“Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero.
En medio de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.
Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le servirán, y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes.
No habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.”
Apocalipsis 22: 1-5
Las aguas en movimiento reflejan el curso en una dirección, lo profético fluye por medio del río del espíritu de Dios que nace de su trono, es importante entrar en él, dejando las limitaciones del pensamiento generados por los prejuicios del alma. No hay que resistirse a ser limpiado y llevado por el rió del espíritu de Dios, que el orgullo, la soberbia, la burla, la ironía, lo sarcástico y descortés no nos aleje de la rivera del río para saltar a él y sumergirse para ser cambiado.
El árbol de la vida nos alienta a seguir adelante sin preocuparnos del andar diario, sino de adorarle a él y comer de su fruto que es producto de sus aguas que fluyen en el río de vida, la adoración se nutre del río de vida y se alimenta del árbol, me indica que cada mes hay algo nuevo que debo recibir, que cada mes tengo una relación nueva con Dios, que cada mes me revela su reino, que cada mes me da sustento, que cada mes su espíritu de profecía me guía.
Es importante andar en santidad para recibir la revelación de su reino, de su tierra nueva y cielo nuevo, cada vez que uno se sumerge en el río de Dios entro en lo profundo de él, en actitud de renuncia, donde dejo de ser independiente y comienzo a ser dependiente de Dios, el comienza a revelar más su reino en medio de este mundo por medio de sus santos, mientras haya una mayor adoración el cielo nuevo y tierra nueva se hacen más presentes en este tiempo, en la adoración y ministración por medio del espíritu de profecía.
Dios quiere revelar su reino a la iglesia en este tiempo, ya que es crucial, para prepararnos para la conquista y futura colonización de una tierra ya ganada.
La revelación de la estrategia a utilizar debe ser fresca y acorde al tiempo (mes) que Dios estimó, no hay que comer los frutos de dos meses atrás, ya que está añeja. La fruta hay que comerla en su tiempo justo, cuando no está ni verde ni muy madura, sino que en su punto. Es por este motivo que cuando Dios entrega una palabra y es captada en su tiempo, es capaz de transformar la conducta del hombre para impactar a su generación conforme al diseño de Dios.
La tierra y las generaciones dependen mucho de las aguas que hoy estamos navegando, debemos dejar de navegar siempre en el mismo lugar y poder navegar y dejar ser guiados por las corrientes del río de Dios para poder ver, pisar y respirar un cielo nuevo y tierra nueva que Dios está revelando hoy día más claramente, es importante entrar en una forma nueva de adorar y bendecir el nombre de Dios para poder entrar en una nueva dimensión de lo que es Dios y ser capaz de conocer su carácter en lo íntimo.
Dios quiere Hacer una Venecia espiritual sobre esta tierra en donde sus aguas de vida inunden nuestras calles y casas con el mover profético de la revelación de su Reino. Amén.
Dejar una respuesta